viernes, 15 de febrero de 2008

Semana santa en Santa Cruz de Mompox, Colombia.











SEMANA SANTA EN SANTA CRUZ DE MOMPOX COLOMBIA, 1643.




בֵּית מִדְרָשׁ מָאוֹר בָּעוֹלָם
בית מדרש של רבי יהושע בן יוסף מנצרת הוא המשיח






Santa Cruz de Mompox o simplemente Mompox, es una ciudad en Colombia declarada por la UNESCO como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad el 6 de diciembre de 1995, es una ciudad con una arquitectura netamente colonial, la más preservada del país.
Mompox es una ciudad rica en tradiciones pero la más importante y la cual se convierte en icono de nuestro terruño es la celebración de la Semana Santa, esta tradición fue uno de los argumentos fundamentales por la cual la UNESCO le dio tan importante y distinguido titulo a nuestra ciudad.






La celebración esta llena de actos piadosos y de religiosidad popular, heredados de la colonización española, pero también cuenta con elementos autóctonos y muy propios que con el tiempo se fueron agregando a la tradición que la hacen única y diferente a las demás celebraciones del país y del mundo como por ejemplo la forma de conducir los pasos (marchados) o la hermosa música interpretada durante la procesiones (marchas); incluso quienes han tenido la oportunidad de verla la tildan de extraña pero a la vez de interesante, sencillamente es algo fuera de lo común.






Es la primera Semana Santa que empieza, el Jueves de dolores con la procesión del Paso Robao ( 3 días antes del Domingo de ramos) y la ultima que termina, el Lunes de pascua con la procesión del Padre Jesús o Jesús Nazareno.






HISTORIA DE LA SEMANA SANTA DE MOMPOX






En Mompox se vienen realizando las festividades de la Semana Mayor desde mucho antes del año 1643. El historiador don Pedro Salcedo del Villar en sus Apuntaciones, comenta sobre la Ciudad Valerosa que en la cuaresma de 1643 los sacerdotes jesuitas estuvieron en esos días entregados exclusivamente a ejercicios piadosos, y que se celebró el jubileo que fue muy solemne. Todo con el concurso del pueblo, que se preguntaba si aquel año se había anticipado la Semana Mayor, que ya se celebraba en la Valerosa con piadosa solemnidad. Se trata de unas ceremonias y de unas procesiones antiquísimas, con mucha tradición.






Por eso las celebraciones de la Semana Mayor, constituyen otra demostración del catolicismo de la Villa y son consideradas las mejores en Colombia. Las procesiones del Viernes de Dolores (llamada del Despedimiento o Paso Robado), del Jueves Santo y del Viernes Santo, son marchadas (dos pasos adelante y uno hacia atrás).






Es la única Semana Santa marchada en el país, lo que le da una imponente y solemne belleza rítmica. Estas celebraciones son para Mompox un orgullo que atraen a su tierra a la mayoría de sus hijos ausentes y a fervorosos cristianos que concurren a cumplir una cita con Dios.






Se trata, por lo tanto, de unas celebraciones y procesiones antiquísimas, que brillan realmente por su organización, por la belleza de sus pasos, artísticamente arreglados y decorados por diferentes familias momposinas que durante los días previos al inicio de la Semana Mayor se dedican con mucho amor a este arduo trabajo para que todo sea en Mompox un ejemplo de fe, respeto devoción, y recogimiento.






Los siete viernes después del Miércoles de Ceniza tienen sus nombres: Semana de la Tentación, de Los Cinco Panes, del Calvario, de la Samaritana, la de Lázaro, de Los Dolores, la Semana Santa o Semana Mayor.






PROCESIÓN DEL DESPEDIMENTO O PASO ROBADO






Es única en el mundo. Empieza a la media noche del Viernes de Dolores, cuando la gente del pueblo, de todas las clases sociales, encabezadas por los nazarenos, llega hasta la Iglesia de San Francisco y ahí, con piedras, puntapiés, palos o con cualquier objeto sólido golpean fuertemente las tres puertas de la iglesia hasta que son abiertas. Luego entra la gente por las tres puertas y se "roban" el paso para ser llevado a la carrera por los "ladrones", que son seguidos por la multitud hasta llegar a la esquina del Callejón de la Choperena por la Calle Real del Medio.






Cuando llegan las dos de la mañana, cargado por los nazarenos, empieza a marchar el paso al compás de la música. Siguen por el Callejón de los Cobos, cruzan por la Calle de Atrás, siguiendo su marcha hacía la Iglesia de Santo Domingo, para que oficien la Santa Misa. Terminada la celebración comienza la ceremonia del Despedimiento. En medio del silencio, los cantores, acompañados por el armonio, entonan las tristes estrofas de la despedida de Nuestro Señor Jesucristo y de su Santísima Madre. Marchando siempre con la vista al altar, llegan al atrio, continúan por la misma calle, siempre marchando. Pasan por los Callejones de la Faltriquera, el Matadero, doblan por el Callejón del Estanco, Callejón de San Francisco, Calle Real de Medio para finalmente llegar a la Iglesia de San Francisco aproximadamente a las ocho de la mañana.






HISTORIA DEL PASO ROBADO

sta procesión tiene su origen en la época colonial, cuando Mompox debido a su posición geográfica privilegiada, era el segundo puerto en importancia sobre el río Magdalena, asentándose en la ciudad comerciantes con gran poder económico, quienes convocaron a un concurso, con premios en dinero, al que presentara el mejor paso tallado.









Los Franciscanos ganaron el primer premio y como ocurre en casi todos los concursos, hubo desacuerdo, porque los Agustinos decían que el mejor paso era el de ellos y en protesta por la decisión, llegaron al filo de la medianoche a la iglesia de San Francisco y allí, con piedras, palos, puntapiés y otros objetos sólidos golpearon las puertas del templo, logrando que se las abrieran, robándose el paso, el cuál fue llevado a toda carrera hasta la esquina del callejón de la Choperena con la Calle Real del Medio, donde se encuentra la iglesia de San Agustín.









Los Franciscanos y sus fieles al conocer el hecho llegaron al sitio a recuperarlo; la situación estaba muy tensa, cuando de pronto aparecieron los Dominicos, quienes entraron a mediar en el conflicto, para apaciguar los ánimos después de largas discusiones, los tres bandos acordaron llevar el paso en procesión, a paso lento, por el callejón de los Cobos, luego por la Calle de Atrás, hasta el templo de Santo Domingo, donde se reconciliaron los Franciscanos y los Agustinos, celebrándose una misa de acción de gracias. Terminada la celebración, comenzó la ceremonia del DESPEDIMENTO, donde en medio de un devoto silencio los fieles entonaron cánticos alusivos a la despedida de nuestro Padre Jesús, como tradicionalmente se ha conocido el paso, el cual se fue alejando lentamente del altar donde la imagen de la Santísima Virgen, su amantísima Madre, lo ve partir. El pasó robao (como comúnmente se conoce) siguió por la calle de Atrás, cruzando por el Callejón de San Antonio hasta el Templo de San Francisco, donde se celebró otra misa en horas de la mañana, en acción de gracias por la recuperación pacifica de la imagen.










El Paso Robao es una procesión mas bien tradicional y no hace parte del ritual católico de la Semana Mayor, que se ha perpetuado a través de los siglos y anualmente se repite conforme a la tradición dice que sucedió. En la actualidad el paso es cargado por Nazarenos, es marchado en todo su trayecto el cuál es el mismo de sus inicios y lo único que no se celebra es la misa en el templo de San Francisco, pero sí la de la iglesia de Santo Domingo.




LA PASION DE LA PASION

Ya huele a la flor de la palma de vino,
Huele a Semana Santa,
Santa Cruz de Mompox prepara sus actos divinos,
La religiosidad popular vuelve y se levanta.

A lo lejos se escucha un trompetero,
Ensayando los tres toques con su instrumento,
Matraca y la campana con su sonido lastimero,
Igual al del martillo clavándole a Cristo el sufrimiento.

Ya los músicos también están ensayando,
Las marchas fúnebres momposinas y francesas,
Las que el paso de las procesiones van marcando,
Y que al escucharlas denotan tristeza.

Se alistan las túnicas pañoletas capirotes y cordones,
De Nazarenos ansiosos por marchar y sus mandas pagar,
Esperando la hora para rezar sus oraciones en las estaciones,
Y con los hombros dispuestos para los pasos cargar.

Se sacan de los baúles briseros sitiales y ornamentos,
Se adornan con lujo guiones palios y pendones,
De comprar los cirios macoyas y flores ha llegado el momento,
y de embellecer imágenes potencias alcayatas y mesones.

Jesús Nazareno con su cruz en el paso grande se verá,
En su recorrido el Jueves Santo como contra la corriente del río luchando,
Y el viernes Santo la Dolorosa con su daga en el pecho sufrirá,
De ver al Santo Sepulcro con el cuerpo de su hijo amado la corriente arrastrando.

Esta es nuestra fe,
Reflejada en la antiquísima tradición,
La que de mis antepasados intacta heredé,
Y que se convirtió para mí en una PASION.

Luís Alfredo Domínguez Hazbun



Mompox revive en turismo

Bogotá, Junio 15 de 2007, (LA FM)




Este sábado, 16 de junio, en el marco de la celebración de los 150 años del departamento de Bolívar, se producirá el relanzamiento de Mompox como destino turístico nacional e internacional.El municipio caribeño se caracteriza por por su arquitectura e historia que la hacen merecedora del título de Patrimonio de la Humanidad. El acto contará con el apoyo de la Presidencia de la República y del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.





¡A Mompox la fundó Juan de Santa Cruz, no Alonso de Heredia!
EL UNIVERSAL – JUNIO DE 2007



Mompox no fue fundada en 1537 sino en 1540. Tampoco lo hizo Alonso de Heredia, como lo han repetido cronistas y libros de historia hasta hoy, sino Juan de Santa Cruz. Tercero, se llama Santa Cruz de Mompox en honor a él y al líder indígena de la región conocido como cacique de Mompox.




Todos estos datos que le dan un vuelco a la historia de Mompox los trajo la española Carmen Gómez Pérez, la persona que más sabe en el mundo de la historia de la Cartagena de los siglos XVI y XVII.



MOMPOX SE CONVIRTIÓ, tras su fundación, en una población importantísima. Allí se asentó un grupo de españoles con mucho poder pues dominaba el comercio por el río Magdalena.
Y no es exageración: Lleva más de 30 años dedicada a investigar los pormenores de lo que ocurrió durante esos siglos, específicamente.




Hasta ahora se creía que el nombre Santa Cruz se debía a la fecha en que celebran la fundación —3 de mayo— que coincide con el día de la Santa Cruz, razón que habría dado origen al primer nombre del poblado.



La historiadora sustenta sus afirmaciones en los escritos que ha encontrado en el Archivo de Indias (de Sevilla, España), donde están todos los documentos, correspondencia y minucias de las actividades que los protagonistas en este lado del mundo enviaban al rey. En el Archivo de Indias tiene una veta, que parece inagotable, comparable con las riquezas expoliadas en estas tierras por los españoles; mientras más explora, más encuentra.




Estos descubrimientos ponen fin a décadas de debates entre los historiadores de Mompox sobre el año y autor de su fundación. Pero aún falta más: el día y el mes exactos.
Una misión nada fácil. A pesar del tiempo que lleva dedicada a estudiar ese tema sólo hace unas semanas encontró estas reveladoras verdades.



“Queda por esclarecer si Mompox era el nombre del cacique que habitaba esa zona, lo que sí es seguro es que se le conocía como cacique de Mompox a quien dominaba la región. Aún no tengo el mes, ni el día. A lo mejor no lo encuentre. Pudo ser antes o en mayo, pero después de mayo seguro que no, dice esta apasionada de la historia de América quien ha dedicado parte de su vida, de sus fines de semana y vacaciones a indagar cada detalle de estas tierras lejanas, que sólo pudo conocer entre 1982-83, cuando ya era doctora en Historia de Cartagena.



Carmen Gómez Pérez es profesora visitante ilustre de la Universidad de Cartagena, miembro de honor de la casa de España. Tiene varias publicaciones sobre esa época. En 2005 le entregaron las llaves de la ciudad, “me hicieron un homenaje bastante fantástico y, desde entonces, he sido invitada por el Banco de la República a dictar conferencias. Publicarán de nuevo mi libro de Cartagena entre los años 1550 y 1555, que saldrá a finales de este año”.


COMPLICADA E INAGOTABLE



La documentación que existe sobre la historia de la región es muy complicada para trabajar no sólo por lo voluminosa sino por lo dispersa y por las condiciones físicas de buena parte de los expedientes. Algunos archivos son muy difíciles de ver.



Están todos los juicios que se les hacían cada cuatro años a los gobernadores de América, la información es incontable.



Cuenta que el juicio a Juan de Badillo, por ejemplo, tiene más de siete legajos (entre mil y dos mil páginas cada uno) y muchísima información desordenada, con letra ilegible e imposible de consultar porque no han podido digitalizarla debido a que el papel está tan estropeado que si lo digitalizan se rompe.



“No se puede consultar en el papel por la misma razón. Se te deshace en las manos. La única solución que le han dado es microfilmarlo y para leerlo es necesario pasarlo con una manivela. Es muy difícil. Algunos trozos se han roto y le han puesto una especie de pegatina, si te encuentras una página de esas no la puedes leer”.



¿Cuándo se enteró de que a Mompox no la descubrió Alonso de Heredia?
—En mi tesis doctoral había trabajado el tema de Mompox, pero no encontré la documentación porque el Archivo de Indias es algo inagotable. Tu trabajas y trabajas y mientras más buscas más encuentras cosas. A lo mejor no cuando quieres, sino cinco años después o cuando no las buscas.



No había vuelto a encontrar nada. Ahora estaba revisando mi primer libro y buscando más información para hacer una nueva publicación a finales de este año en Cartagena. Quería que no acabara en 1550, sino que llegara hasta 1580, pero tengo demasiada documentación para concentrarla en un libro. Además, no me daba tiempo de terminarlo este año. El ofrecimiento es que se haga uno hasta 1555 y luego el otro.



Antes de viajar a Cartagena me fui para el archivo a buscar más documentación que me encargó el Banco de la República sobre el espolio de las sepulturas Zenú por parte de los españoles cuando vinieron a mediados del siglo XVII, andaba investigando nuevo material y más datos, cuando me llegó la invitación para que visitara también a Mompox.



Entonces, retomé las pesquisas porque lo que se ha dicho de Mompox es basado en los cronistas, hay como tres versiones y se desconocían los documentos existentes en el Archivo de Indias porque nadie había buscado en Sevilla, que es el único lugar donde podría haber algo.
Examiné muchos escritos, pero nada. Busque el juicio de residencia que le hicieron a Juan de Santa Cruz, entre 1540 y 1541, que es un gobernador interino que estuvo en Cartagena mientras residenciaban a Pedro de Heredia, quien estaba en Sevilla defendiéndose. Había visto completo el de Juan de Badillo, justo en los años en que uno de los cronistas hablaba de la Fundación de Mompox, Juan de Castellanos dice que era 1537. Revisé todos los papeles y no había nada sobre ese tema. Dije vámonos para atrás. Pero no podía ser con Pedro de Heredia, antes de 1537. Se me ocurrió que tenía que ser la otra fecha que han debatido los historiadores en Mompox: 1540.
Empecé con el juicio de residencia de Juan de Santa Cruz y después de mirar muchos documentos encontré un dato preciso. En la respuesta a la pregunta número 29, en la defensa que hace Juan de Santa Cruz hay un trozo gigantesco que dice que van a la conquista y que están recorriendo, es difícil ubicar los lugares, por las bocas de los ríos Cauca y San Jorge.



En un momento dado dice que Juan de Santa Cruz después de superar todos los problemas y pasar las ciénagas llega al territorio del cacique de Mompox. Ve que es un lugar bueno y decide fundar un asiento de españoles al que llama Santa Cruz de Mompox. Viene toda la descripción de cómo se lleva a cabo la fundación, en un territorio que dice está destruido por toda la gente que había llegado con anterioridad desde Santa Marta.



Les dije a los mompoxinos: 1540, seguro. Juan de Santa Cruz, seguro. No puedo decir si es el 3 de mayo, antes o después, pero después de mayo seguro que no. Y que Alonso de Heredia no es el fundador principal, pero pudo ir en la expedición porque hablan de unos 50 hombres. Lo que está claro es que en 1541, o sea enseguida, Heredia figura como vecino de Mompox, habitante de la recién fundada villa.



Además, permaneció toda su vida allí. Su hijo también es vecino. Tienen acceso a tierras y a encomiendas de indios. Tengo que buscarlo en otros documentos porque en los juicios de residencia no se habla de la gente que viene en la expedición, esa lista está en otros documentos.
Todos los que van a la fundación son protagonistas y a ellos se les llama miembros fundadores. No hay un único fundador, hay un capitán principal y es él quien decide si se funda aquí o allí y él es quien pone el nombre.



EL PODERÍO DE MOMPOX
¿Qué pasó, entonces, con la villa de Mompox?



—Después de su fundación, la historia de la villa es importantísima. Allí se asienta un grupo de españoles con mucho poder. Son encomenderos de la zona. Tenían indios en encomienda, las tierras no les interesa, pero son quienes monopolizan el comercio por el río Magdalena, desde el interior, Santa Fe, hasta Cartagena.



Eran los dueños de todo. Tenían unos indios que bogaban en las canoas por el río. Primero desde Mompox hasta cierto punto y luego por tierra hasta Cartagena. Ahí se construían unas barrancas, especie de alojamientos, y de ahí salían todas las mercancías desde Colombia, por el río Magdalena y luego vía tierra hasta Cartagena y más tarde las distribuían, y al contrario. Los mompoxinos eran los dueños directos de todo ese tráfico. Un grupo de poder contra el que no pudo nadie por su ubicación y porque todo el mundo los amparó: a todos les interesaba.
La corona prohibió en repetidas oportunidades el negocio con los indígenas que bogaban porque era un trabajo durísimo y estaba prohibido por Carlos V y Felipe II, pero para los mompoxinos era más barato poner a sus indios que llevar negros de afuera. No cumplieron las ordenanzas y la gente de Cartagena les apoyaba porque era un comercio muy lucrativo, seguramente mucha parte era ilegal, pero todo el mundo se beneficiaba y estaba en él.



¿Cuál es su próximo paso en esta investigación?
—Acabar de ver lo que hay sobre Mompox a ver si consigo aclarar todo. La fecha exacta, si me encontrara el mes y día para darle un alegrón a los mompoxinos. Identificar toda la gente que iba con Juan de Santa Cruz, quiénes son y todas las noticias que hayan en torno a esa fundación. Tengo bastante material de lo que pasaba antes de que llegaran a esa villa los españoles desde Cartagena.

ARTICULO SOBRE MOMPOX PUBLICADO EN EL DIARIO EL MUNDO DE ESPAÑA
Abril de 2007
AMÉRICA OCULTA
Por David Valdehita (Enviado especial a Mompox)


MOMPOX, COLOMBIA
Un sueño en el Magdalena



Declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, esta mágica ciudad sintetiza lo tropical con lo colonial y lo andaluz, atrapada en la ciénaga de un formidable río


Llegar hasta Mompox es, para el viajero con recursos imaginativos, como escribir una novela. O como dirigir una película, pintar un cuadro o componer una partitura con su música ideal. Es como crear arte en la memoria con la sola visión de una región asilvestrada, fascinante, hechizada por la magia y abrumada por la realidad Mompox, Patrimonio Cultural de la Humanidad, se asienta en un canal secundario del inmenso río Magdalena, a siete horas en todo terreno desde Cartagena de Indias a través del colombiano Estado de Bolívar, justo en la antesala del Macondo soñado por todos alguna vez. No en vano, al poco de llegar a estas tierras, uno detecta la atmósfera, lugares y personajes de las obras de García Márquez.



Pongamos, por ejemplo, que el creativo viajero pretenda grabar allí un documental. Verá con asombro, proyectada tras la ventanilla del coche, la narración visual que venía buscando. Se suceden, eternos, los pastos más verdes, la tierra más roja, los cebúes jorobados, garzas de refinada blancura y nubes de gallinazos que pelean por la carroña de alguna res muerta en el arcén de la carretera.



De repente, un pequeño brazo del río Magdalena se interpone ante los viajeros. Antes de que se percaten, ya está el vehículo montado sobre una frágil plataforma que a su vez descansa sobre tres canoas, una de las cuales, con un pequeño fueraborda, empuja el surrealista mamotreto hasta la otra orilla.



Ya estamos en Mompox. El calor es achicharrante, estrepitoso, reverbera tanto la luz que la belleza del lugar parece un espejismo. Mompox fue fundada en 1537 por don Alonso de Heredia, cuyas huestes derrotaron a las del cacique indio malibú Mompoj, al que al menos le queda el consuelo de haber legado su nombre al lugar que le fue arrebatado.
Mompox se hizo importante como puerto fluvial intermedio entre Cartagena y las tierras del interior, de donde provenían codiciadas riquezas. Mompox, siempre pionera, fue la primera población del Reino de Nueva Granada que proclamó su independencia absoluta de España. Fue en 1810. De aquí también partió Simón Bolívar con sus 400 lanceros momposinos rumbo a la liberación de Caracas.




Con este currículum no es de extrañar que en 1999 la UNESCO premiara su acervo con la declaración de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, para orgullo de los momposinos, que no dejan de recordárselo con cualquier excusa al viajero. En cuanto a lo cultural, la arquitectura es deliciosa. La iglesia de Santa Bárbara, por ejemplo, es como un delicado merengue. Fue construida en 1794 y presume de ser la única en el mundo cuya octogonal torre del campanario incorpora un balcón. Y no es la única. Hasta siete iglesias se afanan por ser la más bonita del lugar. Como la de San Antonio, de la que sale la procesión principal que durante la Semana Santa recorre las calles con un inconfundible aroma de imaginería sevillana. Porque Mompox tiene un algo andaluz en sus enrejadas ventanas que no pasa desapercibido. Por algo en su fundación y diseño intervinieron varios andaluces, y fue este singular sincretismo cultural entre lo colonial, lo andaluz y lo autóctono el que destacó la UNESCO a la hora de reconocer a la ciudad.
FILIGRANA MOMPOSINA. Sin embargo, en la actualidad, el verdadero arte se encuentra en las orfebrerías. Los maestros joyeros se han especializado en la llamada filigrana momposina, un exquisito trabajo en plata u oro que alcanza sorprendentes niveles de delicadeza y hermosura barroca, proliferando los establecimientos dedicados a su fabricación y venta. A precios realmente ventajosos. Los orfebres destacan la originalidad de los diseños y la calidad de la plata para justificar la fama de sus pulseras, brazaletes y pendientes. Si los turistas lo supieran, vendrían en masa, suspiran con fatalidad.



Porque lo malo para Mompox es que no pilla de paso para ir a ninguna parte, aquí hay que venir adrede. Y eso le resta visitantes: el viaje es largo y el sofoco, tropical. Por eso, el gerente del hostal Doña Manula, Yimi Alvarado, se entusiasma cuando nos cuenta que en poco tiempo se podrá llegar hasta Mompox en una flota de aerodeslizadores que reducirán unas cuantas horas el viaje desde el puerto fluvial de Magangué, remontando el Magdalena a bordo de esas futuristas embarcaciones.



Mientras esto ocurre, dejamos a Yimi meciéndose en una de las mecedoras que hay en la puerta de cada habitación. Este Hostal, alzado en una casona de más de 300 años, rezuma un aroma como de leyenda misteriosa y en su restaurante se puede uno deleitar con platos de la cocina tradicional de la zona, como la sopa de mondongo, el guiso de galápago o el pescado de río, y degustar los vinos de fruta elaborados, en vez de con uva, con tamarindo, mandarina, corozo o mamón.




El brazo del río sobre cuya orilla se asientan los 40.000 momposinos censados es sólo uno de los incontables meandros que se extienden sobre una descomunal superficie de ciénaga y manglares. Unos ecosistemas muy especiales y recomendables para dar un interesante paseo en bote, empujado por pértiga, para descubrir sus múltiples secretos.



COMO EN EL GANGES. Pero toda esta agua está viva y, a principios del siglo XX, los caprichos de la naturaleza modificaron los caudales, dejando en nada al otrora importante puerto de la ciudad, e iniciándose de esta manera el comienzo de la decadencia de Mompox.




Una decadencia que, por otra parte, permitió que se conservara puro y casi intacto hasta hoy día, en que es posible darse un plácido paseo en canoa por lo que fue el antiguo puerto, y regalarse la vista con la estampa de Mompox desde la otra orilla con sus sucesivos campanarios, las tejas granates de sus tejados y las amplias escalinatas que descienden hasta el agua como si del mismísimo Ganges se tratara y que, en épocas de esplendor, hacían la función de muelles de carga. Pero ya es hora de empezar a grabar. El viajero prepara la cámara, se da una vuelta por el pueblo y la acción se dispara.




Los primeros intérpretes son una familia de rojizos monos aulladores que se desgañitan desde los gigantescos árboles que hay en la ribera del río. Un perezoso les corta el paso hacia los plátanos que les ofrecen los niños del colegio que disfrutan del recreo. El escándalo de sus aullidos y gruñidos atrae a un montón de curiosos. Al final, los monos sortean a su, en apariencia, inofensivo rival y bajan a comer con cierta precaución de la mano de los niños. En otro árbol, descansa un oso hormiguero. Más allá, un cerdo enorme le roba la red a un pescador. El pescador sale corriendo detrás de él. El cerdo, en su carrera, casi tira a un joven en bicicleta. El pescador grita, la gente se ríe, el cerdo corre y desaparece junto a su perseguidor en una esquina.
En ese momento, se abre la puerta de una casona colonial y aparece una anciana venerable. Se trata de Doña Aura, una abuela nonagenaria que, con su cara menuda y arrugada, su abundante pelo blanco y sus ojillos chisposos, nos invita a entrar en su casa.




El hogar de Doña Aura es casi un museo. Está lleno de mecedoras de caoba, camas con etéreas mosquiteras, un florido patio central con perro, galápago centenario, periquito y taller de filigrana. No podía ser de otro modo. Al lado, está el cementerio, un auténtico camposanto plagado de imaginativos panteones familiares, ángeles en éxtasis y trabajadas lápidas, incluyendo una adornada con una escultura del gato de la finada, quien afirma en su epitafio que fue el mejor amigo que tuvo jamás.



No queda sino recrearse en la calma y armonía con que tanto la ciudad como sus habitantes afrontan las cosas de la vida, y sentirse afortunado por haber llegado hasta allí.
Mientras, el mundo antiguo de Mompox permanece anclado en el tiempo, esperando creadores que lo incorporen a su propio Patrimonio Mágico de la Humanidad.


PERTENECEMOS A LA RED DE CIUDADES PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD SALUDABLES Y UNIVERSITARIAS
ABRIL DE 2007



Mompox se integra como patrimonio en la red internacional

El pasado 12 de abril, en la ciudad de Cuenca-Ecuador, con ocasión de la celebración de los 450 años de la fundación de esta importante ciudad Patrimonio de la Humanidad, el Alcalde de Mompox, Doctor Marco Tulio Eljadue Martínez, como invitado especial y en representación de las ciudades patrimonio de la República de Colombia y en representación de Mompox, suscribió la Declaratoria de Cuenca donde los Alcaldes asistentes y Representantes de la OPS y OMS y Rectores de importantes universidades americanas unieron criterios en torno a acciones encaminadas a fortalecer la sostenibilidad de orientaciones alrededor del patrimonio, la salud y la educación universitaria.




Además del Alcalde de Mompox, dicha declaratoria está rubricada por sus homólogos de las ciudades de Cuenca-Ecuador, de Cuenca-España, de Guanajuato-México, de Coro-Venezuela, Cienfuegos-Cuba, Sucre-Bolivia, la Directora de la OPS/OMS, la Ministra de Salud de la República de Ecuador, el Presidente de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y el Rector de la Universidad de Cuenca.




La declaratoria busca hermanar las Ciudades Patrimonio de la Humanidad a la categoría de “Ciudades Patrimonio Cultural de la Humanidad, Saludables y Universitarias.




El programa de homenaje a la Ciudad de Cuenca-Ecuador en sus 450 años de fundación fue presidido por el Señor Presidente de la República, Licenciado Rafael Correa, su Gabinete Ministerial, los Presidentes de las Altas Cortes de Justicia y los más altos dignatarios Militares de la nación hermana, actos a los cuales asistió el Mandatario de Mompox en su condición de invitado del Ingeniero Marcelo Cabrera Palacios, Alcalde de Cuenca y de la Doctora Mirta Roses, Directora de la Organización Mundial de la Salud –OMS/OPS-.

La Declaratoria de Cuenca
Dentro de los aspectos más relevantes de la declaratoria se encuentran:

· Que el patrimonio cultural de los pueblos es la memoria de la cultura viviente que se expresa en diversas formas materiales e inmateriales. Un lugar de encuentro de los seres humanos.

· Que el patrimonio de los pueblos es un proceso vital en el cual los objetos se relacionan entre sí a través de la actividad humana. Una forma de sentir y de ser en el tiempo, de diálogo y relacionamiento.


· Que la salud no es más que una forma de andar por la vida.



Patrimonio y salud caminan juntos.




· Que el patrimonio, salud y universidad constituyen una alianza eficaz para dinamizar los procesos vitales y humanos de las ciudades.




· Que el conocimiento ancestral, interpretado y recreado por la ciencia y la tecnología, permite su conservación y disfrute de las presentes y futuras generaciones.




Se comprometen los firmantes a:
Bajo estos principios a impulsar acciones conjuntas e integrar a ciudades similares en el marco de esta declaratoria.


APROBADO EN SEGUNDO DEBATE EL PROYECTO DE LEY MEDIANTE EL CUAL SE DECLARA LA SEMANA SANTA DE MOMPOX PATRIMONIO INMATERIAL DE LA NACIÓN.
Diciembre de 2006




El Senador Javier Cáceres Leal presentó una iniciativa de ley a consideración del Senado de la República, la cual tiene como propósito declarar patrimonio nacional inmaterial la Semana Santa en el municipio de Mompox, en el departamento de Bolívar.“



El proyecto también pretende convocar de manera clara y decidida la participación del Gobierno Nacional en la preservación, fomento, promoción, protección, divulgación, desarrollo y financiación de esta tradición”, manifestó el autor de esta iniciativa.De acuerdo con el proyecto, el Gobierno Nacional también impulsará y apoyará entre los fondos de coofinanciación y otras entidades públicas o privadas, nacionales e internacionales, la obtención de recursos económicos adicionales o complementarios a las apropiaciones presupuestales destinadas para tal fin.




De acuerdo con la historia, la Villa de Santa Cruz de Mompox, ubicada en la isla del mismo nombre que conforman el Río Magdalena y el Brazo de Loba, fue la tercera ciudad del Virreinato de la Nueva Granada y una de las joyas de la Colonia. Fundada en 1537 por don Alonso de Heredia y declarada patrimonio Histórico de la Humanidad el 6 de diciembre de 1995. Es una de las ciudades más hermosas de la Costa Caribe colombiana que mantiene su tradición religiosa y popular en torno a las festividades de la Semana Mayor.




SEMANA SANTA DE MOMPOX PATRIMONIO INMATERIAL




El Universal, Octubre 17 de 2006
En primer debate, el Senado estudia hoy un proyecto del senador Javier Cáceres Leal (Cambio Radical), que busca declarar Patrimonio Nacional Inmaterial la Semana Santa del municipio de Mompox.




La senadora Nancy Patricia Gutiérrez es la ponente de esta propuesta, que resalta la programación de esa tradicional fiesta religiosa.



LUIS ALFREDO DOMINGUEZ HAZBUN



Más información en la siguiente página:





www.santacruzdemompox.spaces.live.com






alfredompox@hotmail.com

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